El Balón Gástrico es una solución temporal y efectiva para perder peso que implica la colocación de un globo en el estómago a través de un procedimiento endoscópico. Este globo ocupa espacio en el estómago, generando una sensación de saciedad que ayuda a controlar la ingesta de alimentos y promueve la pérdida de peso.
A diferencia del Balón Intragástrico, que se llena con aire o solución salina, el Balón Gástrico está lleno de suero, lo que lo hace más efectivo para generar sensación de saciedad y promover la pérdida de peso.
Además, el Balón Gástrico ofrece una mayor seguridad y comodidad durante su colocación y uso.
El Balón Gástrico ofrece una oportunidad emocionante para dar el primer paso hacia un estilo de vida más saludable y activo. ¡Estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino hacia tu transformación!
Ventajas del procedimiento:
- Alternativa no quirúrgica y sin necesidad de medicamentos.
- Procedimiento mínimamente invasivo y sin anestesia.
- Resultados visibles desde las primeras semanas.
- Pérdida de peso significativa, hasta 30 kilos en algunos casos.
El Balón Gástrico es ideal para personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 30 y 40, que presentan obesidad de Tipo 1 y 2 y necesitan perder más de 10 kilos. Es una opción segura para quienes desean iniciar su viaje hacia una vida más saludable.
Antes de la colocación del Balón Gástrico, se requiere seguir una dieta líquida durante los 4 días previos al procedimiento. El día de la colocación, se debe ayunar por la mañana y beber solo líquidos claros. Después de la colocación, se deben seguir pautas específicas de ingesta de líquidos y suplementos proteicos.
El procedimiento comienza con una endoscopia para evaluar el estado del estómago. Luego, se introduce un tubo que contiene un globo de silicona, que se libera en el estómago y se llena con una solución salina estéril. El globo queda "flotando" en el estómago, generando saciedad.
Después de la colocación, pueden experimentar molestias leves durante las primeras 24/48 horas. Se debe seguir una dieta progresiva, comenzando con líquidos y avanzando gradualmente a alimentos sólidos. La mayoría de los síntomas mejoran significativamente después de las primeras 2 semanas.